Maximiliano Guerra, exponente de la danza a nivel nacional e internacional, brindó una MasterClass al elenco del Ballet Folklórico del Parque del Conocimiento.
Acompañado por la bailarina Miriam Barroso, con quien conforma un equipo que ha dejado su aura de excelencia en los principales escenarios del orbe, llegó a Posadas para dictar una MasterClass destinada al elenco del Ballet Folklórico del Parque.
Maximilano Guerra se ha caracterizado en las interpretaciones de roles de gran carácter, habiendo tenido papeles muy importantes en el repertorio de la danza clásica, y tanto su grado técnico como expresivo han sido un ejemplo para las generaciones que lo han visto bailar.
“Aunque nunca tuve el gusto de verlo en vivo, vengo siguiendo el accionar del Ballet Folklórico del Parque desde hace tiempo, y estoy seguro de que será una actividad provechosa para todos. El folklore de hoy también tiene una mezcla de moderno y de técnica clásica. Así que estoy seguro de que podré dejarles herramientas para que sigan superándose en sus carreras”, manifestó el eximio bailarín que, entre otros reconocimientos, en 2003 fue declarado Ciudadano Ilustre de la Ciudad de Buenos Aires.
“La clase estuvo inmersa en un ambiente de gran disciplina, de acuerdo a lo que propone la danza clásica. Poniendo énfasis en técnicas y pequeños y grandes trucos compartidos por el maestro con todos los bailarines, potenciando las capacidades del elenco, que siempre ha visto a la capacitación como herramienta fundamental para su desempeño artístico”, expresó Luis Marinoni, director del BFPC. “De esta manera se apunta a formar bailarines con una amplitud y versatilidad que permiten orientar al artista en un campo de excelencia para su desempeño en el rol de profesional de la danza”, finalizó a la vez que ponderó que el Parque del Conocimiento esté siempre abierto a elevar la apuesta en cuanto a los desafíos artísticos y capacitación de sus elencos.
Los bailarines se encontraron con un maestro exigente, una figura a la que siempre admiraron y disfrutaron desde una pantalla o, en el mejor de los casos, desde una butaca de un teatro. Esta vez pudieron compartir sus experiencias y sus técnicas, tanto desde el rigor, ese tan necesario para el desarrollo de las jóvenes carreras, como desde la parte humana de este maestro, algo fundamental para la convivencia entre el artista y la persona.